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UnReal

Las teleseries producidas por plataformas digitales reúnen los mejores talentos y las mayores inversiones. Como son de pago, sin dinero para el abono hay que descargarlas o verlas online. Vale la pena ser acusado de pirata si el botín es este. La serie norteamericana Unreal destripa la McTele y deja en bolas a quienes la producen. El formato de ficción permite sortear la censura, al basarse en un reality de novias que compiten por un millonario y que se emite en varios países. Una joven productora de este reality se sirvió esta venganza en plato frío. Hizo Unreal para mostrar las presiones que sufría y sus tejemanejes para lograr un contenido espectacular. La crítica resulta lacerante, puesto que también la dirige contra sí misma.

Cuando comienza a verse, Unreal puede resultar muy bestia: por las bestiadas que cuenta y por basarse en un programa real. Abre sin piedad y en canal la McTele. Enseña sus vísceras más repugnantes. La protagonista acosa y manipula a las novias y al cebo millonario por el que compiten. Ella y el resto de trabajadores son piezas y víctimas de una maquinaria televisiva que juega con sus sentimientos, deseos y ambiciones. El reality al revés: gira las cámaras hacia los productores. Les vemos destrozarse y machacar aspirantes.

Unreal enseña cómo funciona la McTele por dentro y por qué nos sometemos a ella. Engancha mucho más que el asqueroso programa que destripa y no deja resaca, sino un buen poso de conocimiento sobre el ser humano. Con empatía y sin saña, presenta a la concursante casquivana, la intelectual y la romántica, la fría calculadora y la atolondrada... y al millonario en bancarrota que todas quieren cazar. Retrata a los productores adictos al trabajo, al sexo, a las drogas y, sobre todo, al dinero. Pero no los pinta como fantoches. Son personas no personajes. Apuestan a ganar el juego en que se han metido. Pero se ven sometidos a un control feroz y despiadado, porque se basa en la autoexplotación. Unreal es McTele real, escrita con mayúsculas.

Hace trece años el productor de TV Mark Burnett creó "The Apprentice" (El Becario, nombre del reality de D. Trump) e inventó al Presidente de EE.UU. tal como lo conocemos. Una mirada de cerca y certera de la carrera de un hombre que, como el César digital que creó - ha cambiado la cultura popular y la política del siglo XXI. Un retrato que parece calcado del personaje del productor del reality que parodia UnREAL. Aquí el enlace al 'Hacedor de mitos'.